jueves, 16 de diciembre de 2010

MICHAEL JACKSON.

El monstruo (y el rey) del pop.

Debo reconocer que cuando falleció este cantante, me quedé sinceramente de piedra... Pero cuando escuché en la radio algunas de sus canciones, no pude evitar llorar. Me invadió una profunda lástima por este hombre. Y pienso sinceramente que a pesar de su éxito mundial, de sus riquezas... siempre fue un lobo solitario (o estepario) y una persona sin suerte... Creo también, y me duele muchísimo decirlo, que lo que dicen de que abusaba de menores, a lo mejor (no estoy segura, no tengo pruebas) podría ser cierto. Aunque también podría ser cierto que fuera precisamente lo contrario. Eso sólo lo sabe él mismo.
Su vida, pienso, fue trágica a pesar de su éxito. Sus canciones son magníficas. Sin duda era un genio y un músico excepcional. Pero a veces tener demasiados dones es una maldición. Muchos grandes genios se olvidan del corazón. Y es importante que el cerebro y el corazón vayan unidos. ¿No creen?.
Pienso que Michael era frágil, sobre todo cuando veo al niño que fue. (Ese niño que se hizo adulto demasiado deprisa). Veo a su padre, y veo a un monstruo (y quizá padre e hijo eran las dos caras de la misma moneda, ¿quién sabe?). Y veo en "Thriller" mucho de lo que vivió Michael en su vida personal.
De hecho, el vídeo "Thriller" me provoca auténtico terror. Sería terrorífico que el Infierno fuera así, ¿verdad?. Fealdad, horror, odio, dolor... Pero quizá la misión de Michael era mostrar precisamente eso. Lo que era su Infierno personal y mental. Y lo que podría pasarnos a nosotros si nos dejáramos llevar por nuestras peores pasiones...
Quizá Michael no se daba en el fondo cuenta de lo que estaba haciendo en su vida y en su obra. Quizá el tener un padre así (o unos hermanos, tanto da) no fue lo mejor para Michael.

Pero fue lo mejor para el mundo... Eso seguro.

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