sábado, 23 de octubre de 2010

ANOREXIA Y BULIMIA.

Dos lacras de nuestra sociedad moderna.

En esta ocasión, me niego a poner fotos de gente con trastornos alimentarios debido al profundo respeto que siento por estas personas. Y no deja de ser curioso, al menos en mi caso, que no haya conocido ni una sola mujer que no se sienta "gorda" o acomplejada por su aspecto (¡Y cuidado!, ahora los hombres también empiezan a tener inseguridades con su peso!). No cabe duda de que esto empieza a ser un problema social a gran escala, problema que si no se trata llegará a serlo a nivel mundial. Si no me creen, esperen y vean... Uno de cada cinco adolescentes tiene un riesgo importante de sufrir un trastorno alimentario y uno de cada cuatro nuevos enfermos de anorexia es menor de 15 años...
Hay muchas causas por las que una persona puede enfermar por un trastorno alimentario, sin duda. Y muchas no sólo se curan con terapia... Por ejemplo, ¿por qué cada vez es más difícil encontrar ropa cómoda y bonita de la talla 46-48?. Y no digamos ya la 50 o tallas mayores... Y lo más curioso es que cada vez hay más mujeres que usan esas tallas...
Pero lo que ya no soporto para nada, es las burlas de "niñitos" de 5, 6 o 7 años insultando a otros compañeros de clase por su sobrepeso, o los comentarios de ciertas personas más mayores ridiculizando a
otras personas por estar "gordas". Pienso sinceramente, que la gente que hace eso es IMBÉCIL además de maleducada...
También estoy en mi derecho de señalar a los medios de comunicación por alentar comportamientos nocivos poniéndolos como si fueran "ejemplares" para la gente que ve esos medios. Entre ellos, el consumo de cocaína para adelgazar, de anfetaminas, o utilizar la anorexia, la bulimia y el "estar flaca"  promoviéndolo como un estilo de vida como cualquier otro... Lamentable...
Pero todo se paga..., y yo a veces fantaseo con que esas personas que se burlan de otras por estar "gordas" o las que promueven la delgadez extrema o la talla 0, acaban muriéndose de hambre en el más allá, delgaditas, delgaditas, en los huesos, famélicas, con un dolor en el estómago insoportable... Y me siento mejor gracias a ese pensamiento, ¿saben?. Y a los enfermos de trastornos alimentarios los veo sanos y felices, comiendo tranquilamente manjares exquisitos y con un cuerpo ni flaco ni obeso, en su peso justo...

Puede ser que sólo sea una fantasía. Pero... ¿y si fuera cierta?...
Un beso final a todos los que hayan pasado por algo así.

Os lo mereceis.

¡MUAAACCC!!!

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