Sensibilidad en estado puro.
Este signo zodiacal es extraordinario. Para bien y para mal. (Generalmente para bien.) Representa la sensibilidad en grado máximo, con todo lo que ello conlleva.
Y es que tras su dura coraza y su reserva, se esconde en Cáncer un ser tremendamente frágil y hambriento de amor. Cáncer desea que lo quieran. Terriblemente. Para eso ha nacido. Para amar de verdad y ser amado en correspondencia. Pero desgraciadamente en este mundo imperfecto (y muchas veces estúpido), es imposible conseguir ese grado de amor. Por eso se refugian en su caparazón. Para no sufrir...
Este signo representa la piedad y la protección hacia los más débiles (eso ocurre en los Cáncer más evolucionados). Son muy frágiles, tanto, que cualquier cosa que hagan los demás (ya sea buena o mala) se les queda grabada en la mente. Pero suelen ser muy generosos, en general, y tienen un don del que carecen los demás signos: curan como nadie las heridas emocionales más hondas y terribles. Las curan y las cicatrizan, y poco a poco van borrando las huellas de la cicatriz... En este sentido no hay un signo zodiacal como este. Son auténticos sanadores del alma...
Tienen un maravilloso sentido del humor y suelen ser muy atractivos físicamente. Parecen príncipes y princesas, salidos directamente de un cuento de hadas. Ello se corresponde con un alma mística, que busca contínuamente los secretos del Universo, del más allá... Y a medida que conocen más los secretos tienen aún más dudas... Y vuelta a empezar...
Les encanta la música, el arte, el cine, la poesía y la literatura. Necesitan canalizar su sensibilidad a través de algo creativo. Son muy tiernos. Les encanta flirtear. Son muy seductores...
Y por último, decir que son unos padres excelentes, y que este signo representa la familia en el zodíaco. Y no cabe duda, quien tenga un padre o una madre Cáncer... o una pareja... o un amigo/a... puede considerarse MUY afortunado.
Ojalá todos tuvieran a alguien así en sus vidas... De verdad.
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